El covid-19 es un arma biológica sin restricciones.

Las espectaculares declaraciones de la viróloga china Li Meng-Yan

 

La Covid-19 no deja de ser una forma más del enfrentamiento híbrido, asimétrico, de cuarta generación, que en estos momentos enfrenta a Estados Unidos y a China/Rusia

 

EL SARS-COV-2 (COVID-19) ES UN ARMA BIOLÓGICA SIN RESTRICCIONES

 

         El jueves pasado 22 de octubre la cadena de televisión Telecinco emitió en uno de sus programas estrella una entrevista en directo con la viróloga china Li Meng-Yan de la Universidad de Hong Kong, famosa desde hace meses por un informe personal realizado a primeros del presente año 2020 sobre los orígenes de la pandemia que en estos momentos sigue atenazando al mundo entero y en el que afirmaba rotundamente, sin pelos en la lengua,  que el agente Covid-19 se creó en un laboratorio, en absoluto obedecía su aparición a causas naturales provenientes del tantas veces mencionado mercado de Wuhan y que, desde luego, su expansión por el mundo entero no era consecuencia de un accidente fortuito que, dadas las agobiantes medidas de seguridad imperantes en estos centros de investigación a nivel global, resultaba poco menos que imposible

         Pues bien, en la citada entrevista, realizada con carácter de exclusividad absoluta ya que ha sido la única que la investigadora china ha concedido a nivel europeo (un merecido triunfo profesional tanto para la cadena televisiva como para su presentador, Ike Jiménez) la famosa doctora no se anduvo por las ramas de la duda, la indefinición o el “donde dije digo, digo diego” sino que se reafirmó en sus ya conocidas teorías ampliando convenientemente éstas con nuevas revelaciones que ayudan a clarificar bastante su anterior relato, tachado bastantes veces por los indocumentados o interesados de siempre de “despreciable teoría conspiranóica”. Y que para los expertos militares que tenemos ciertos conocimientos sobre los variopintos tipos de guerras enmarcadas en las siglas NBRQ (Nuclear, Biológica, Radiológica, Química) y hemos estudiado con detenimiento la reciente experiencia profesional y vital de la bióloga china, no tiene nada de irracional, interesado o fruto de una imaginación calenturienta sino que más bien parece entresacado del manual correspondiente al primer curso del Diploma de Estado Mayor en cualquier Ejército que se precie.

 

         Y en ese sentido clarificador  que comento, afirmó con rotundidad que el SARS-COV-2, el agente desencadenador de la pandemia COVID-19 causante de centenares de miles de fallecimientos en todo el mundo es “UN ARMA BIOLÓGICA SIN RESTRICCIONES”, denominación que,  advirtió, no es suya sino de la Academia de Ciencias Militares de China, cuyos virólogos habrían conseguido en su momento (enero 2020) aislar el virus atacante, obtener su secuencia  (que presentaba en relación con el coronavirus base conocido unas muy claras mutaciones que lo hacían especialmente peligroso, expansivo y letal) y planificar la estrategia adecuada para su pronta neutralización y erradicación a nivel nacional. Y concretando un poco más en relación con estas últimas afirmaciones relativas a la pronta respuesta y rápida planificación anti covid por parte de la Biología castrense china, la profesora Li Meng-Yan llegó a enumerar cuatro diferencias específicas entre ambos virus que hasta ahora no se habían dado a conocer ni por la OMS, ni por los científicos más involucrados en la lucha contra la pandemia ni mucho menos por los políticos que han asumido la guerra contra el virus en sus respectivas naciones: el manipulado en laboratorio convertido en arma biológica y al que en los manuales de guerra biológica se denomina técnicamente “armado” (o sea operativo desde una amplia panoplia de vectores de lanzamiento o difusión) y el patógeno base del que nació, un coronavirus “domesticado”, conocido, controlado y hasta cierto punto de vista inocuo desde años atrás.

 

         Pues bien, estas cuatro diferencias específicas entre el virus malo y el bueno del que parte (nadie nos había explicado con tanta claridad hasta el momento que eran dos y no uno el enemigo con el que estamos luchando desde hace meses) que resultan muy esclarecedoras para el común de los mortales que en estos momentos asistimos atónitos y desesperanzados a la lucha sin cuartel a nivel mundial contra el maligno y “desbocado” covid-19, son las siguientes:

 

1ª.- El nuevo agente (de la guerra biológica en pleno desarrollo) Covid-19 MATA. Y lo hace a gran escala, con un índice de letalidad muy superior a su progenitor.

 

2ª.- Se contagia a través del aire y del sistema respiratorio con un índice de transmisibilidad muy superior a todo lo conocido en patógenos de su familia.

 

3ª.- Es estable y resiste muy bien al medio ambiente. Es muy fácil de transportar y diseminar.

 

4ª,- Los contagiados asintomáticos contribuyen en buena medida a expandir el virus lo que dificulta sobremanera la acción de rastreo y control de las zonas afectadas.

 

         Pero eso sí, conviene no perder de vista en este análisis precipitado que estoy realizando para el lector sobre las muy interesantes declaraciones de la investigadora china que éstas son equívocas y parcialmente interesadas ya que en la actualidad es una refugiada en Estados Unidos, que está protegida y trabaja para el FBI y que, querámoslo o no, actúa solapadamente como agente de parte en esta guerra biológica subrepticia USA/China con el fin último de cargar la máxima responsabilidad a su propia patria.  Ello es particularmente detectable cuando se permite endosar tácitamente (no con una claridad que pudiera comprometerla más en el futuro) la responsabilidad de la actual pandemia a su país de origen salvando de cualquier responsabilidad directa en el inicio de la misma al país que ahora la acoge en su seno. Sabiendo a día de hoy como sabe ella y sabemos algunos estudiosos de este demencial asunto epidemiológico mundial que la responsabilidad de su inicio (respaldada dicha teoría por expertos científicos, militares e investigadores de diferentes países en todo el mundo incluido el propio Estados Unidos y si permite el lector la inmodestia por el historiador que suscribe que ya lo expresó sin ambages en febrero y agosto de este mismo año 2020 en sendos artículos publicados en Canarias Semanal)… hay que buscarla en EEUU y concretamente en su presidente Trump que a todas luces implementaron  PRESUNTAMENTE esta guerra ilegal, suicida, devastadora y de resultado incierto para el conjunto de la humanidad en el marco irresponsable de la  guerra económica y comercial desatada y perdida contra el gigante asiático.

 

         Y es que esta afirmación cada día que pasa admite menos dudas a nivel de expertos. El que esto escribe, que lleva desde el mismísimo mes de enero pasado cuando empezó la amarga hoja de ruta de la crisis del coronavirus sin dejar un solo día de estudiarlo a fondo y llevándóse en consecuencia, también a diario, las manos a la cabeza ante la estupidez supina de nuestros gobernantes, su falta de conocimientos, su irresponsabilidad manifiesta, su falta de planificación para enfrentar una terrible crisis sanitaria pero que pudo ser gestionada adecuadamente por los correspondientes expertos bajando a casi cero los daños colaterales tanto humanos como económicos, su dejadez ante los miles y miles de fallecidos por su desidia e incompetencia… lo dejó en sus escritos meridianamente claro y se vuelve a reafirmar en ello pues la situación de nuestro país es muy grave: Lo que en estos momentos dramáticos está viviendo el mundo entero, el dramático desarrollo de la famosa pandemia COVID-19, de desastre natural tiene más bien poco, casi nada diría yo si excluimos la incompetencia dañina y penalmente culposa de bastantes dirigentes políticos que la han potenciado con sus errores. Y ahí pongo en primera fila a los españoles, al nefasto “trío de los telediarios”, al “triunvirato” de la estupidez operativa formado por Sánchez, Illía y Simón, que llevan meses y meses jugando con fuego y con la vida de millones de españoles… De lo que sí tiene, y mucho, es de una cruenta, suicida, insidiosa, irresponsable, criminal guerra biológica PRESUNTAMENTE (REPITO) planificada, preparada, estudiada, mal organizada y peor ejecutada por los Estados Unidos de Norteamérica que la implementaron alocadamente en el marco de la guerra económica desatada contra el gigante asiático con el fin último de destrozarlo económica, social y militarmente arrojándolo abruptamente de su lucha por el poder mundial.

 

         Lo que no previeron, y termino, los responsables del Pentágono azuzados por el loco del pelo amarillo que lo dejó bien claro en los primeros meses de la guerra cuando se ufanaba de que aquello no revestía ningún peligro para EEUU y solo era un problema privado de China, es que su propio agente biológico de guerra (en principio el SEARS-COV-2), neutralizado y convenientemente manipulado por los científicos militares chinos tras controlar su ataque, serviría como virulenta arma de contraataque contra la nación norteamericana generando en ella (que no se esperaba tamaña respuesta y de ahí las despectivas declaraciones del presidente Trump al respecto) una tremenda pérdida de vidas humanas que se ha extendido a los países de su entorno geopolítico como Reino Unido, Unión Europea, OTAN, Brasil, India… (en estos momentos sólo Europa contabiliza más de la mitad del medio millón largo de contagios diarios a nivel mundial) mientras que en  el otro bando tanto China, que ya no sufre ni un solo contagio al día salvo muy pocos de procedencia externa que son inmediatamente neutralizados, como los países de su entorno (Rusia, Corea del Norte, Irán, Paquistán, …) han logrado ya un control efectivo de la pandemia y con él la victoria en tan despreciable guerra todavía por concluir.

 

 

                                Fdo: Amadeo Martínez Inglés, Coronel, escritor e historiador.

                 

             

 

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