Las “trolas” del franquismo: Seguridad Social, vacaciones pagadas, pantanos, las VPO, industrialización, Iberia, Telefónica…

Desmontamos las grandes mentiras que difundió el régimen franquista, un laboratorio de embustes y falacias que aún pervive en el imaginario colectivo.

Una de las más destacadas características de los regímenes autoritarios es su basamento en las mentiras, la transmisión de escenarios ideales que nada tienen que ver con la realidad y la apropiación como suyos de políticas y realidades positivas que realizaron otros. El franquismo, en este sentido, no solo no fue la excepción a esta regla común a las dictaduras, sino que fue un auténtico laboratorio de falsedades. Mentiras, embustes y falacias que, en algunos casos, tras casi cincuenta años de la muerte de Franco, perviven en el imaginario colectivo de ciertos sectores, esos que se integran en el franquismo sociológico, lamentablemente vigente hoy en día. He aquí alguna de las “trolas” del franquismo.

Franco no creó la Seguridad Social. Franco acuñó el nombre de «Seguridad Social» pero el origen de las políticas de protección social es muy anterior a la dictadura. Fue el Gobierno liberal de José Posada Herrera en 1833, el que creó el primer organismo público, la Comisión de Reformas Sociales, cuyo objetivo fue estudiar medidas para mejorar la penosa precaria y crítica situación en la que se hallaba la clase trabajadora en España. A pesar de las mentiras del franquismo, en 1900 se creó el primer seguro social, de accidentes de trabajo. Años más tarde, en 1908, surge el Instituto Nacional de Previsión para gestionar las nuevas prestaciones puestas en marcha.

De ahí se derivaría seguros sociales tales como el Retiro Obrero o el Seguro Obligatorio de Maternidad. Esta labor continuaría en la II República con la instauración del Paro Forzoso. Toda esta legislación social generó un rápido incremento del gasto social que cuando Franco accede al poder tras el golpe de Estado de 1936, se detiene.

Las magistraturas del trabajo

Otra de las falsedades que los defensores de la dictadura pusieron en marcha es que Franco creó las Magistraturas de Trabajo, órganos por los que los conflictos laborales quedan exclusivamente en manos del Estado. Otra mentira más pues, en mayo de 1931, el Gobierno de la República creó los Jurados mixtos. Junto a ello aumentaron los salarios, se instauró la semana laboral de 40 horas y se promovieron tanto la obligatoriedad como la universalización de los seguros sociales.

Vacaciones remuneradas

En el mismo ámbito laboral de las políticas de defensa de los trabajadores, también hay que desmentir que fuera Franco quien impusiese las vacaciones pagadas. En el imaginario colectivo del franquismo, las vacaciones pagadas fue siempre otro logro que falsamente se atribuyó. Ciertamente, las vacaciones remuneradas para los trabajadores se aprobaron, como tantas otras leyes laborales, baso gobiernos republicanos, en este caso el 21 de noviembre de 1931 incluido y recogido en el artículo 56 de la Ley de Contratos de Trabajo.

Las pensiones se aprobaron en 1908

Una mentira más: Franco no fue el autor del sistema de pensiones. La piedra fundacional del sistema español de pensiones se inició en 1908, al fundarse el Instituto Nacional de Previsión para financiar el retiro de los trabajadores. En 1919 llegó el denominado Retiro Obrero por el que cada trabajador abonaba diez céntimos al mes mientras el Estado aportaba una peseta, y los patronos, tres pesetas mensuales. Si el trabajador había cotizado durante 20 años, al cumplir 65 años devengaría una pensión de una peseta al día, es decir, 365 pesetas al año.

Del mito de una España boyante a la realidad de un país de miserias y hambre

El franquismo presumió que su régimen había impulsado la industrialización de España y la estaba modernizando, haciendo visualizar, falsariamente por supuesto, una España rural y atrasada, la de épocas anteriores. Nada más lejos de la realidad porque lo cierto es que este país no recuperaría su nivel de industrialización anterior a la Guerra Civil hasta el comienzo de la década de los 70. A estos datos, avalados por informes del Banco Mundial, habría que añadirle para resaltar el estado de miseria de la sociedad durante el régimen autoritario, el retroceso que implicó la larga etapa de autarquía económica que España vivió. Un sistema económico, el autárquico, en que un estado se abastece con sus propios recursos, evitando en lo posible las importaciones, que no finalizó hasta finales de los años 60. En la misma línea se hizo creer que Franco logró que España creciera un 7 por ciento.  Cuando la realidad es que, tras la Guerra Civil y la autarquía mencionada anteriormente, España entró en recesión no llegando hasta 1976 a alcanzar el nivel del año 1934.

La “pertinaz” sequía y los pantanos

Tal vez el mito más extendido del franquismo y que popularmente fue más asumido como real, a la par que difundido, es que el régimen franquista fue quien construyó e hizo posible la extensa red de pantanos en España. Una creencia tan infiltrada en la población que siempre hemos oído defender aquello de que “gracias a Franco España tenía numerosos pantanos” para el riego agrícola, el consumo humano y para evitar la “pertinaz sequía”, aquella frase tan propia del vocabulario de la Dictadura. Pues tampoco es cierto. La auténtica verdad es que hay que remontarse a muchos años antes de que Franco diera el golpe de Estado para hablar de política y construcciones hidráulicas. En concreto, los primeros cimientos del desarrollo de los pantanos se pusieron en marcha en 1902, con el Plan General de Canales de Riesgo y Pantanos de Rafael Gasset. Todos los historiadores coinciden en señalar como el germen de la primera planificación hídrica en nuestro país.

Y más aún, durante la Segunda República, se profundizó en esta labor por medio del Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933, de la mano del socialista y ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto. Cabe recordar que el socialista, previendo la apropiación futura de esta política hidráulica, dijo que esta «no debía ser ni de un partido, ni de un Gobierno, ni de un régimen; la política del agua debe ser del Estado, al margen de los vaivenes electorales».

Ni Iberia ni Telefónica

Al falso imaginario popular, el franquismo agregó la creación de dos grandes compañías, dos grandes empresas que fueron durante años “banderas de España” como Iberia y Telefónica. El régimen vendió que tanto Iberia como Telefónica fueron proyectos diseñados y puestos en marcha por la dictadura. Falso de toda falsedad y es algo que se demuestra con un simple repaso a la historia de ambas empresas.

Telefónica se fundó en Madrid el 19 de abril de 1924 durante la dictadura de Primo de Rivera, con la denominación de Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). ​Tenía como domicilio social la avenida de Conde de Peñalver (actual Gran Vía), número 5, en Madrid, y un capital de un millón de pesetas, representado por 2000 acciones ordinarias de 500 pesetas de valor nominal. A su cargo estaba el monopolio del servicio telefónico y la participación como principal accionista de la empresa ITT.

Por su parte, Iberia fue fundada el 28 de junio de 1927 por el empresario vizcaíno Horacio Echevarrieta y la alemana Lufthansa (con el nombre de Iberia Compañía Aérea de Transporte). Ello sucedió, al igual que Telefónica, también durante la dictadura de Primo Rivera como monopolio del transporte aéreo español.

Y continuamos desmontando las grandes mentiras y proyectos falsamente atribuidos a Franco Uno más es que el dictador no estableció las primeras ayudas a las familias numerosas. Estas se aprobaron el 21 de junio de 1926. Esta medida fue recogida en el Real Decreto Ley de protección a las familias numerosas de funcionarios públicos y de clase obrera.

Las «VPO de Franco»

Tampoco el Caudillo fue el autor de la creación y construcción de las Viviendas de Protección Oficial. Mucho antes, en junio de 1911, estas se institucionalizaron gracias a la Ley de Casas Baratas. Más tarde, en 1913, mediante una red de fundaciones, se comenzaron a ofrecer viviendas protegidas a las clases más desfavorecidas.

No hubo paro ni desempleo

Por último, aunque podría extenderme mucho más en la relación de falsedades, cuando no falacias, del franquismo y sus atribuciones y apropiaciones de logros de otros, la leyenda de que con el franquismo no existía desempleo, es una auténtica falacia. Lo que no había era datos de empleo, “ni falta que hacían”, dirían los dirigentes políticos de la época. Las informaciones y cálculos de desempleo comenzaron a realizarse 34 años después de acabada la guerra.

Por su parte, la emigración española, fundamentalmente a Europa, duró hasta la crisis de 1973 en que se detuvo y fue superado por el movimiento de retorno. El desempleo y las situaciones de desamparo fueron enormes y de gran miseria durante el mandato del dictador. Si no, ¿por qué emigraron miles y miles de españoles a Francia, Alemania, Suiza, Holanda…? ¿turistas por Europa?

 

 

Fuente: https://www.elplural.com/politica/espana/trolas-franquismo-seguridad-social-vacaciones-pagadas-pantanos-vpo-industrializacion-iberia-telefonica_293483102

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