Se han filtrado documentos sobre la planificación de la guerra de Ucrania. No sólo se cuentan calendarios de entrega de armas y gráficos que marcan dónde se hallan las tropas y qué armamento tienen, sino también del desarrollo de los planes. Podrían vincularse también maniobras previas y preparación por EEUU para abocar al sátrapa ultraconservador de Putin y al ultraderechista Zelensky a la guerra. Vamos, nada nuevo bajo el sol.
Recordamos ahora los 20 años de Irak. Tras el invento de la primera invasión motivada por un atropello de incubadoras con decenas de niños asesinados (hecho que reconocidamente nunca existió, pero que se vendió para que la población pasara de apoyar en un 6% la guerra a un 75%), se dio paso a la invención de unas armas químicas y de destrucción masiva escondidas por Sadam que tampoco existieron jamás. Da igual, la gente olvida pronto. Una zona estable que se convirtió en un gigantesco campo de batalla y génesis de múltiples focos de brutal terrorismo por todo el planeta que aún sigue costando miles de muertos. Pero vamos, que no pasa nada, que EEUU lo necesitaba para sus planes de petróleo y el PP andaba ahí apoyando toda barbaridad que se le ocurriera al presidente de EEUU de turno. Tenemos aquí un recuerdo a todas las personas fallecidas, con especial dedicación a los periodistas Julio Anguita Parrado (El Mundo), cuya muerte provocó la atinada frase de su padre “Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”, y a José Couso (Telecinco), premeditada e impunemente asesinado por el ejército norteamericano por contar la verdad.
Pero bueno, tampoco es nada nuevo que el PP apoye cualquier cosa, aunque sea dañina para su propio país. Ahí tenemos al señor Feijoo (este sí que debe de tener un máster de verdad, asistiendo a todas las clases, en cómo hacer que las cosas vayan mal) que se pasea por Europa criticando y poniendo a España de hoja perejil (¡ah! ¡perejil! ya no hay asaltos de islotes como los de antes), aunque haga mucho daño a nuestras expectativas de ingresos y progreso; que el caso es que el gobierno fracase, que cuanto peor le vaya a éste y a España en general, mejor le irá a él y al bolsillo de muchos de sus seguidores y apoyos. ¿Asunto? Da igual, todos le valen.
El actual nos lleva a una reflexión sobre que hay que ser una mezcla de entre muy torpe y muy mezquino para ir a Bruselas a contar que el PP prefiere la reforma de las pensiones que Macron, el presidente de Francia, ha impuesto por decreto ante un tremendo rechazo social, en vez de la pactada con Bruselas y los propios sindicatos por el gobierno español (que tampoco es que a nosotros nos parezca perfecta, pero justo por lo contrario que a Feijoo).
Feijoo se ha propuesto tan en serio eso de llevar las tendencias del PP a Europa, que de momento ya ha conseguido que la semana pasada la policía registrara la sede del Partido Popular Europeo en Bruselas por un caso de corrupción. ¡Qué eficacia la de don Alberto Núñez!
En fin, sigue sin ser nada nuevo bajo el sol, el PP a lo suyo: que le den a españolitos y españolitas, que aquí de lo que se trata es de que los amigos sigan con sus negocios.
El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Eva Ramírez, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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