25N un día para reflexionar.

Muchas mujeres  han formado parte de la historia pero no han sido reconocidas.

No significa que no hayan hecho nada reseñable, puede ser porque su ejemplo no es conveniente para el capitalismo ya que la subordinación de la mujer se debe a razones económicas.

El sistema económico en el que vivimos precariza a las mujeres obreras que son invisibles en toda esta lucha. Los sueldos bajos y las malas condiciones laborales las impiden ser libres porque dan su vida al trabajo y aún así Su sueldo en muchos casos no es suficiente para vivir.

En el sistema capitalista el dinero es lo que nos da la libertad y si no tenemos un sueldo digno nos vemos en muchos escenarios desagradables y frustrantes para nuestro desarrollo como personas y nuestra libertad.

Nos veremos obligadas a aceptar trabajos precarios que abaratan nuestra mano de obra y generan plusvalia, pluriemplearnos sin tener tiempo de vida, en muchas ocasiones en estos trabajos nos tocará aguantar el acoso de nuestros jefes y compañeros, la discriminación por ser mujeres y nos tratarán con superioridad porque tienen interiorizado que somos débiles.

La tasa de paro es muy elevada entre las mujeres jóvenes lo que las impedirá independizarse, incluso teniendo trabajo con su sueldo no llegarán al mínimo para poder siquiera pagar un alquiler de un cuartucho sin ventana. Esto les pasa a muchos hombres pero ellos no viven con la sombra del patriarcado a sus espaldas por eso decimos que la mujer obrera esta doblemente oprimida.

Muchas mujeres siguen dependiendo del sueldo de sus parejas, hombres, esto cada vez se da menos pero sigue ocurriendo y trae consigo un problema muy grave en algunos casos en los que la mujer vive con su maltratador, al no tener la mujer ingresos o no ganar lo suficiente para emanciparse y por miedo a las consecuencias, se ven obligadas a convivir con aquel que hace de su vida un infierno que muchas veces acaba en asesinato.

En otros casos también la mujer se ve obligada a vender su cuerpo para obtener beneficios y poder ser independiente. Esto es consecuencia directa del capitalismo y el patriarcado  y para mí es el mejor ejemplo para entender como operan en consonancia el capitalismo y el patriarcado para oprimir a la mujer. La mujer discriminada por el sistema capitalista y machista se ve obligada a lanzarse a la calle para conseguir dinero y satisfacer los deseos de los hombres.

Por lo tanto se podría decir que el capital es el sistema económico que oprime a las obreras en el entorno laboral y económico y el patriarcado es la organización social que oprime a las mujeres en su vida social.

No quedan dudas de que el capitalismo es el mejor socio del patriarcado y de la opresión que genera para así poder mantener la explotación y aumentar sus ganancias.

Por otro lado el patriarcado impone los roles de género que nos encorsetan en ciertas actitudes, cánones de belleza  e incluso empleos como los cuidados y la limpieza

Dentro de las relaciones heterosexuales estos roles de género nos imponen ser sumisas, inteligentes, serviles, madres y «femeninas» dentro del estrecho concepto que nos enseña el patriarcado que es la feminidad.

Nos hacen creer que hemos avanzado y aún queda mucho camino nos ponen de ejemplo el reparto de las tareas del hogar y muchos se jactan de realizarlas por sí mismos  yo no voy a aplaudir a ningún hombre que ponga lavadoras o cocine  porque no es nuestro deber cuidar a nadie después de 12 horas de jornada laboral fuera del hogar,  solo seremos madres de nuestros hijos.

Otro tema muy delicado es el acoso en las calles, nos lanzan piropos haciéndonos sentir incómodas como si nuestra labor fuese exhibirnos para ellos y sentirnos aduladas como si por esos medios fuesen a conseguir nuestra atención. Utilizan nuestra vestimenta para culparnos y decirnos que íbamos  provocando para justificar abusos y violaciones.

En esas situaciones sentimos incomodidad y miedo, queremos ir tranquilas por la calle sobre todo las menores, últimamente han aumentado los casos de acoso a menores por las calles o incluso por las redes sociales.

Debemos estar formadas intelectual y físicamente para defendernos ante cualquier agresión  y que estás no queden sin respuesta, la autodefensa feminista sirve para frenar estas situaciones por nuestros propios medios pero decidme cómo una niña de 17 años se va a enfrentar a un hombre de cuarenta cuando este se dispone a seguirla de noche con intención de hacerla daño. Vemos necesaria la creación de espacios feministas no mixtos para que sea un espacio libre de agresiones machistas y acoso por parte de los compañeros.

Muchas mujeres que han luchado por conquistar nuestros derechos y los de su pueblo se encuentran a día de hoy entre rejas en situaciones precarias. Diversas asociaciones por los derechos humanos de las presas denuncian que las condiciones de las mujeres en las cárceles son más duras que las de los hombres,  precariedad de espacios, menos recursos, talleres sexistas, mayor alejamiento o violencia machista por parte de los funcionarios son algunos ejemplos de la situación que atraviesan estas mujeres privadas de libertad.

Las mujeres debemos luchar por un mundo libre de opresiones económicas y sociales y la manera de hacerlo es destruyendo el capitalismo, por eso debemos organizarnos y unirnos a los colectivos de nuestros barrios que con todo en contra luchan por un futuro libre y feminista.

 

Kollontai.

 

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