La Segunda Guerra Mundial y la derrota nazi.

Por Víctor Arrogante. 

La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado de mayores dimensiones de la historia. Se enfrentaron los países que conformaban las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje. Tras seis años de lucha, se declaró el final de la guerra y la caída de los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y de Hideki Tojo en Japón. 

Durante seis años, la guerra se cobró más vidas y destruyó más tierras y propiedades en todo el mundo que cualquier otra guerra antes conocida. De los cincuenta y cinco millones de personas muertas, seis millones eran judíos, exterminados en los campos de concentración, como parte de la Solución Final. Gitanos, homosexuales y personas de ideología opuesta fueron víctimas de la barbarie. 

Europa perdió el poder global que había mantenido. Nació la bipolaridad del poder encarnado por las dos superpotencias. Las monarquías en Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria, perdieron el poder y se convirtieron en republicas. El mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes, planteándose un nuevo conflicto ideológico entre comunistas y democracias occidentales. Nacieron las Naciones Unidas, como instrumento para servir la paz internacional. 

El 9 de mayo de 1945, se conmemora como el Día de la Victoria. La rendición incondicional se firmó el 8 de Mayo a las 22,43 (hora de Europa) ante el Mariscal del Ejército Rojo Gueorgui Zhúkov. El Acta de rendición militar se firmó en el Cuartel General de Eisenhower, Comandante Supremo Aliado en Europa, el 7 de mayo en Reims. Tras el suicidio de Adolf Hitler, que no pudo soportar que los soviéticos estuvieran a escasos metros del bunker, la rendición alemana estaba cantada. 

El fin, se firmó definitivamente el 2 de septiembre de 1945, en la cubierta del Missouri –acorazado norteamericano anclado en el golfo de Tokio–. Japón, el último aliado de la Alemania nazi, firmaba el acta de capitulación. La Guerra Mundial había estallado el 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia por parte de Alemania. En lo que respecta a Asia Oriental y del Pacífico, los japoneses plasmaron sus planes en 1941-1942, ocupando la mayor parte de China y alcanzado las costas de Australia, ocupando las islas Filipinas, Indonesia y todos los países del sudeste de Asia. Alemania y Japón, trataron de dividir el mundo bajo su influencia. 

La Guerra en España (1936-1939), llamada civil, pero que fue militar, sirvió de campo de pruebas para Alemania e Italia. Hitler, organizó un nuevo ejército y puso a prueba el nuevo armamento y las nuevas tácticas guerreras. Hitler y Mussolini, entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano. Las otras potencias, encabezadas por Francia y apoyada por Reino Unido, se abstuvieron de intervenir, desarrollando su política de No intervención, porque la guerra de España venía a complicar el juego estratégico que se desencadenaba en Europa. Todo fueron ventajas para el nazismo y el fascismo español. La República quedaba abandonada a su suerte. 

Las principales causas de la SGM, provienen de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El tratado de Versalles (1919) estipulaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) aceptasen las responsabilidades morales y materiales por haber causado la guerra; además debían desarmarse. Tuvieron que realizar concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los estados victoriosos. 

De otra parte el Plan Dawes (1924), auspiciado por EEUU, pretendía que los aliados vencedores de la Primera Guerra, consiguieran sus reparaciones, buscando la estabilidad de la economía alemana y evitar mayores perjuicios. Alemania en el 20º aniversario de su reunificación (1990), realizó el último pago de las indemnizaciones de la Gran Guerra estipuladas en el Tratado de Versalles. Con el pago terminaron 92 años de un tratado, considero como una chapuza en sus términos económicos. 

La Gran Depresión de 1929, se prolongó durante la década de 1930. Fue otra de las causas de la SGM y sus efectos fueron devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia. Cayeron la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios y de las cosechas, La política del New Deal en 1932, establecida por el presidente Roosevelt, marcó el inicio del final de la Gran Depresión en Estados Unidos, pero no en Alemania. La desaparición de la financiación exterior y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. 

Hitler al llegar al poder, procedió al rearme de la nación; firmó tratados estratégicos con Italia y Japón para proyectar aún más lejos sus ambiciones de dominación planetaria. Los Aliados, temerosos de una nueva guerra mundial, trataron de contener la situación mediante una política de apaciguamiento –y ciertas muestras de simpatía hacia el nuevo régimen–, que resultó ser ineficaz y contraproducente. La invasión de Polonia por el ejército nazi en septiembre de 1939, lo desbarató todo. Gran Bretaña y Francia declararon la guerra al Tercer Reich y con ello comenzaba la Segunda Guerra Mundial, que Hitler valoraba como imprescindible necesaria para sus planes, después de asegurar la neutralidad de la URSS, con el pacto de no-agresión. 

En la madrugada del 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó y Berlín fue tomada por las fuerzas soviéticas. La guerra en el Pacifico terminó en agosto, poco después de que los Estados Unidos lanzaran las bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Murieron en el acto ciento veinte mil personas. Como consecuencia de todo, EEUU y la Unión Soviética surgieron como las superpotencias que iban a dominar el mundo. La guerra fría, el inicio de la era atómica, la descolonización, y la creación de organismos internacionales como la ONU o las Comisiones Europeas, fueron otras de sus consecuencias. Para España representó el aislamiento internacional, la represión política en el interior y la depresión económica. 

Los términos de la rendición de Alemania fueron discutidos desde el 14 de enero de 1944, acordando que el texto definitivo debería estar en un único documento de rendición incondicional. El acta agrupó por temas, como la rendición militar, la entrega de armamento y la retirada alemana de los territorios ocupados, volviendo a las fronteras del 31 de diciembre de 1937. Se incluyó la liberación de los prisioneros de guerra, la repatriación de los presos y esclavos de los campos de concentración nazis, cierre de los servicios de inteligencia alemanes, la no destrucción del arsenal militar e infraestructuras, o trabajar en el proceso judicial por crímenes de guerra contra las máximas autoridades. En la Conferencia de Yalta, febrero de 1945, se acordó que las cuatro potencias Aliadas se repartieran Alemania. 

Al finalizar la guerra, los vencedores dividieron el territorio alemán en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, inglesa, francesa, y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas. Más tarde, en 1961 quedaría separada del resto del mundo por el muro de la vergüenza, que cayó en 1989. La ciudad de Berlín, dividida en cuatro zonas, permaneció bajo ocupación militar hasta el 12 de septiembre de 1990, cuando el Tratado sobre el Acuerdo Final Con Respecto a Alemania fue firmado por las cuatro potencias y los dos gobiernos alemanes. La reunificación alemana se produjo el 3 de octubre de 1990 y el país reunificado obtuvo la soberanía el 15 de marzo de 1991. 

El número de muertos llegó a cincuenta y cinco millones de personas (España tiene una población de algo más de cuarenta y siete). A esta pavorosa cifra hay que sumar el sufrimiento de la población en general, de los prisioneros, las secuelas físicas y psíquicas de los campos de concentración. Desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como quedaron afectados los campos más fértiles. Todo quedó destruido. 

La noticia de la rendición de Rheims llegó a Occidente el 8 de mayo y las celebraciones brotaron a lo largo de Europa. En Estados Unidos, los norteamericanos se despertaron con la noticia y declararon el 8 de mayo el día V-E (Victory in Europe). Hubo concentraciones populares en Londres y París para celebrar el triunfo contra la barbarie. En la Unión Soviética, hubo festejos espontáneos, pero el gobierno de Stalin exigió esperar a las celebraciones, tras la rendición alemana que se celebraría en Karlshorst. En la URSS, la Segunda Guerra Mundial fue conocida como la Gran Guerra Patria.  

Han pasado setenta y siete años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales. La Segunda Guerra Mundial ha quedado marcada como uno de los conflictos más destructivos en la historia del mundo, aunque parece que se olvidan sus consecuencias. Desde entonces el mundo no ha dejado de guerrear.

 

 Víctor Arrogante, profesor y analista político.

 

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